-Tenés que ser más light...
Así arrancó la conversación con L., amiga de toda la vida, a las 03:30 del domingo de pascuas en un café de Caballito.
Veníamos de una cena en casa de amigos y nos debíamos este encuentro hace meses.
-Entiendo el concepto de light pero...
-Pero dejáte de joder, si al final, terminás sufriendo lo mismo! Decime, si Pirulo te llamara, no le darías?
-Y, no sé... Si vos sabés como soy yo...
-Mirá, los tipos cada vez están más histéricos, se comportan como minas, se escudan en mensajitos de texto, no concretan, son vuelteros...
-Sí, todo lo que quieras, pero sabés que me resisto a no asumir compromisos, a no jugarme, a no comprometerme en una relación.
-Pará de sufrir hermana! Touch and go, palo y a la bolsa, o vos te querés volver a casar?
-No, pero por eso no voy a andar por la vida volteando muñecos!
L. tiene una afición que no entiendo por las salas de chat, ella no entiende mi afición a los blogs, estamos a mano.
Locos, enfermitos, mentirosos hay en todos lados sin distinción de género, internet, virtualidad o realidad, estamos de acuerdo.
L. me dejó pensando, seré demasiado "pacata"? Definitivamente no, pero una noche de sexo por saciar una calentura no está en mis planes, lo hice y me sentí vacía. No estamos de acuerdo.
L. volvió a preguntar:
-Dale Vivi, si te llamara Pirulo, no le darías?
-No nena, definitivamente No!