En variadas oportunidades hemos hablado con amigas de ir a un sex shop. El fín en sí no pasaba por adquirir algún tipo de artículo (aunque si algo nos interesaba lo ibamos a comprar) sino por el mero hecho de ir a uno de esos antros, cuevas, sucuchos, caracterizados por estar generalmente en alguna galería, con vidrieras tapadas, lejos de la vista de la humanidad (cómo si por ello no existieran).
Con la llegada de las reuniones "tupper sex" y la venta "discreta" por internet, podés ver lo que quieras, aprender las características y hasta te dan consejos para mejorar tu vida sexual, por lo tanto ya no es necesario "exponerse".
La última charla sobre el tema fué con mi amiga L.
Con la llegada de las reuniones "tupper sex" y la venta "discreta" por internet, podés ver lo que quieras, aprender las características y hasta te dan consejos para mejorar tu vida sexual, por lo tanto ya no es necesario "exponerse".
La última charla sobre el tema fué con mi amiga L.
L.: No sabés!!!! Me compré un juguetito!!!!
Vivius: Ahhhh bueno!!! Turra y no me avisaste así te acompañaba
L.: Estás en pedo, olvidáte, lo compré por internet, lo pagué con tarjeta y me lo trajeron a casa. Bien discretito.
Vivius: ......
L.: Estás ahí?
Vivius: Sí, si disculpá, me quedé pensando
L.: En qué?
Vivius: Dejá, dejá, en nada....
