Ayer al mediodía fuí (casi diría obligada) al médico. Hace más de una semana que estoy resfriada, estornudos, mocos, tos, más mocos, más estornudos, muchísimos mocos, dolor de garganta y más tos. Nunca me dolió nada, en ningún momento tuve fiebre.
La atención en la clínica muy buena, pero (siempre tengo un pero) la dra. que me tocó en suerte un poco rara.
Mujer jóven con look de vieja, hablaba con diminutivos en forma constante (mamita, gargantita, tosecita, camillita, plaquitas...), cuándo dijo termometrito (sí!!! TER-MO-ME-TRI-TO!!!) por no reírme me ahogué con mi propia tos.
Disertó sobre las bondades de no fumar y me instó a dejar de hacerlo, sin escuchar que muy simpáticamente le decía: -Dra. la entiendo, tiene razón, pero para dejar de fumar hay que querer y no es mi caso.
Fué inútil, me traje anotado en un recetario un grupo de autoyuda para dejar de fumar, jamás me escuchó.
El diagnóstico fué bronquitis. Me medicó con antibiótico y alabó los beneficios del vapor de agua (que me vengo haciendo desde el fin de semana por mi cuenta), lo cuál suscitó otro pequeño diálogo:
-Hacete mucho vapor de agua, varias veces al día para aflojar.
-No puedo Dra., trabajo...
-Pero te tenés que hacer...
-Bueno si me quedo en casa con reposo lo hago.
-No, no es necesario no tenés fiebre.
-............. entonces????????
(Sí ya sé, me llevo la olla al trabajo)
La muy turra no me dió ni 24 horas. :(
Diré a mi favor, que hace unos meses que fumo la mitad de lo que fumaba y que en el estado que estoy casi ni lo pruebo!